Nuestra fundación se constituyó, tras más de un año de muchos problemas e intentos, en 2019, y la asociación se constituyó en 2021, cuando comenzaba a normalizarse la vida tras 2 años de pandemia con el virus Covid-19.

Somos una organización muy joven pero nuestros miembros tienen una larga trayectoria trabajando en Amazonas en pro de la conservación de los bosques y las culturas indígenas.

Kenia Martínez, indígena Baré, Ing. de Sistemas, inicia su cruzada personal en el año 2012 promocionando los frutos y los productos tradicionales del Amazonas en las principales ciudades de Venezuela, reivindicando su origen indígena y sus cualidades nutricionales.

Esta andadura en solitario se consolida en el año 2016 con la creación de la Unidad Productiva Familiar Amazonas Originaria compuesta por mujeres indígenas con la misión de elaborar y promover los productos indígenas.

En esta etapa, es cuando Kenia entra en contacto con el cacao amazónico y se enamora de sus cualidades. Desde entonces se ha dedicado a tiempo completo a desarrollar la organización, especializándose en chocolatería con la realización de varios cursos y un diplomado.

Blanca Medina, quien también se enamora de la diversidad y riqueza biocultural de Amazonas, se une a la organización, gracias a las travesías realizadas con Kenia por la región. Juntas crean la marca Idúwali para presentar sus creaciones.

Idúwali significa en la lengua Baré “bueno” y/o “gracias”.

A través de la marca han desarrollado diversos productos innovadores como chocolates y bombones, granolas y picantes, todos ellos con ingredientes tradicionales amazónicos.

Blanca Medina, caraqueña y de profesión Bibliotecólogo, decidió un día escuchar lo que hacía tiempo le pedía el alma, y tomó un cambio de dirección en su vida buscando establecer una relación más sana y cercana con la naturaleza, y comenzó por investigar y conocer las propiedades del afamado cacao venezolano, y así fue como durante varios cursos de chocolate, tuvo la ocasión de viajar con Kenia y conocer personalmente el Amazonas, donde establece esa conexión con la naturaleza que ella buscaba, y plenamente, dentro de ella, nació el compromiso de proteger y cuidar el Amazonas. Desde entonces, Blanca, se ha convertido en la mano derecha de Kenia y juntas han consolidado la UPF Amazonas Originaria dándose a conocer en varios medios como promotoras de los productos indígenas y de las cualidades del cacao amazónico.

Moisés Hernández, indígena de corazón, y canario de nacimiento, formado como arquitecto paisajista y especialista en diseño medioambiental, se encontraba recorriendo y visitando Venezuela, cuando en febrero del 2010, viajó a conocer el Edo. Amazonas; su impacto fue tal, que pasados unos meses decidió quedarse.

Pasó varios años trabajando como voluntario con la Escuela Salesiana Monseñor Jáuregui y la Alcaldía Autana en Isla de Ratón en el municipio Autana del Edo. Amazonas. Durante ese tiempo hizo una inmersión profunda de lo que significa la vida en la selva con las comunidades, pudiendo sentir como propio un dolor oprimido, sangrante y silencioso de saberse viviendo en armonía con la naturaleza y los elementos, y que a cada instante que pasa, con cada día, mes y estación que transcurre, ese mundo tangible, real, y a la vez, desconocido, tan incomprendido y frágil, se va desmoronando ante el incesante y arrollador paso de los preceptos del “Desarrollo” y la vida moderna.

Tras conocer y compartir con numerosas comunidades indígenas (comunidades Huottöja, Jivi, Curripaco, Mako y Piapoco) visitando los municipios Autana, Atabapo y Atures se da cuenta de las carencias y los problemas que tiene la región que depende completamente del combustible para el transporte y la comunicación fluvial.

Ese otro mundo fascinante y tan cambiante que había descubierto, se volvió aún más vasto y diverso, cuando comenzó a trabajar en 2015 en CEPAI Amazonas, una organización local dedicada al acompañamiento de las comunidades indígenas. Durante su estancia en CEPAI Amazonas viajó a los municipios Manapiare y al municipio colindante Cedeño del Edo. Bolívar donde conoció las comunidades Huottöja productoras de cacao, y también pudo conocer y trabajar con las comunidades Sanema y Yekuana que viven por el Río Ventuari.

Durante 10 años recorriendo tan solo una pequeña parte del Amazonas venezolano ha podido encontrar y disfrutar de la generosidad de las comunidades indígenas, aun cuando a veces viven situaciones precarias; ha podido compartir momentos especiales y conocer parte de su historia y leyendas; y también a muchas personas que han dejado su impronta y que han favorecido el crecimiento de un sentimiento y cariño por Amazonas y sus gentes.

Entre ellas, Kenia, que, con su incesante ritmo y siempre eterna sonrisa, cautiva a propios y extraños, y con quien comparte un sentimiento de respeto y admiración por Amazonas y sus culturas indígenas.

De esa pasión por todo lo relacionado con Amazonas nace la conexión y la necesidad de hacer algo más. Así surge la idea de crear la fundación para unir esfuerzos y enfocarse en lo importante: revalorizar la cultura indígena y proteger los bosques del Amazonas.

De esta manera se crea la Fundación Indígena Naküa De’a Universo del Bosque y la alianza natural con la UPF Amazonas Originaria con el objetico de desarrollar el Proyecto Centro Integral para la Transformación de Alimentos de Especies del Bosque Tropical Amazónico.

Y el primer paso para sentar las bases de este proyecto y nuestra primera colaboración conjunta se da, en 2021, con el patrocinio del Programa de Pequeñas Donaciones (PPD) del PNUD a la UPF Amazonas Originaria para desarrollar el proyecto: Aprovechamiento sostenible de especies del bosque tropical amazónico en comunidades indígenas de Puerto Ayacucho, Edo. Amazonas. Con este proyecto comenzamos a formar a 8 mujeres y jóvenes indígenas en la importancia de la conservación de los bosques; la transformación de productos tradicionales en chocolates, galletas y conservas; y en la promoción de sus eco emprendimientos.

Fue aquí donde conocimos a Kelvin, uno de los participantes, que, gracias a su interés y esfuerzo por aprender, se ha convertido en un pilar más de nuestra organización.

Kelvin Morillo, indígena Huottöja, es un joven que muestra un interés especial en demostrar que sí es compatible generar ingresos económicos para su familia elaborando productos innovadores, conservando los bosques y su modo de vida tradicional. Kelvin se ha convertido en un defensor de los bosques y la cultura indígena, y es nuestro enlace entre las comunidades y productores Huottöja.

Nuestra historia continua con la Fundación Construyendo Futuros, con quien realizamos en abril de 2023 una alianza para impartir 2 talleres y capacitar a 40 mujeres en situación de vulnerabilidad siguiendo nuestro enfoque integral que vincula nuestra responsabilidad ambiental, social, productiva y económica. En diciembre de 2023 culmina el 2do taller.

Nuestro siguiente pasó, depende de ti, nos gustaría poder completar el equipamiento para la instalación de la línea “Bean to Bar” y reacondicionar el Centro Comunitario para seguir impartiendo talleres. Así que apóyanos y se parte de nuestra historia. Te esperamos.

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